Solo en España hay
más de medio centenar de carreras registradas como maratones. Pero si
añadiéramos ultramaratones, medias maratones, trails, carreras verticales y
otras pruebas de alta intensidad, la cifra superaría las 500. En la mayoría de
ellas acaban agotándose los dorsales, lo que indica que cada vez hay más
aficionados a estas competiciones. ¿Está nuestro corazón preparado para ese
esfuerzo?
Según los
especialistas, todo depende de cada caso. Pero de cualquier forma es clave que
haya una preparación física previa. “En los casos en que ha habido un buen
entrenamiento, obviamente el impacto que podría tener la prueba en el organismo
en todo caso sería menor. Por eso siempre hay que prepararse para afrontar la
prueba que vayas a hacer. Y debe ser un entrenamiento apropiado”, explica el
cardiólogo Leonel Díaz, becario de Cardiología Deportiva en la Agencia Española
de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), quien añade que hay
profesionales que pueden indicarnos qué clase de entrenamiento es el que
corresponde.
“Si vas a preparar
una prueba de larga distancia y alta intensidad, no puedes seguir cualquier
página web que te diga que debes entrenar determinadas horas y ya. Hay que
buscar el apoyo de profesionales deportivos que sepan determinar cuáles son las
cargas de entrenamiento adecuadas. Nosotros, con la valoración que podamos
hacer a través de una ecografía o un electro, podemos ver si esa persona está
sobreentrenada o si no está entrenando tan bien como debería, pero nada más”.
Así, la primera
recomendación del colectivo médico frente a estas pruebas es que las afrontemos
cuando nuestro cuerpo esté preparado para ello. Pero, ¿hay algún momento en que
el esfuerzo empieza a ser tan intenso que pueda pasarnos factura, incluso
estando preparados físicamente para ello? Según el doctor Díaz, aún no hay un
consenso a este respecto. “Todavía no sabemos a ciencia cierta cuál es el punto
en el cuál el deporte empieza a ser perjudicial. Algunos estudios indicaban que
hasta cierta intensidad el deporte siempre es beneficioso y a partir de ahí
podía no serlo, pero en estudios recientes se ha contradicho esta afirmación.
Inclusive se ha concluido que cuanto más, mejor. La realidad es que aún no hay
evidencias suficientes para decantarse por una u otra afirmación”, señala. “Lo
que sí sabemos es que hay pruebas que implican esfuerzos completamente extremos
que fisiológicamente no pueden ser beneficiosas, como los ultramaratones de
varios días en lo que además no se duerme. Eso sabemos que no es saludable”,
advierte el doctor.
Prevención a través
de pruebas médicas
Preparar el
organismo es importante para poder hacer frente a un maratón o una prueba
similar. Pero además debemos tener la certeza de que nuestra salud
cardiovascular podrá con ese esfuerzo. Por eso muchos corredores se hacen
previamente la prueba de esfuerzo. Sin embargo, el uso de esta prueba en gente asintomática es controvertido, no aporta tanto valor al diagnóstico. ¿Si se
necesitan pruebas para la participación en estas modalidades? Lo que dice la
corriente europea es que es preferible utilizar la sintomatología, la historia
familiar e inclusive el electrocardiograma a la prueba de esfuerzo
indiscriminada. Esta última está indicada para aquellos que tengas síntomas con
el esfuerzo, personas con factores de riesgo o corredores en los que haya
sospecha de que algo no funciona correctamente. A esa población sí sería
necesario hacerle esta prueba, pero la indicación la debería determinar un
especialista en esta rama (i.e. un cardiólogo especializado en deporte).
Lo que sí resulta clave antes de afrontar cualquier competición de alta intensidad es prestar atención a los síntomas, que son los que pueden alertarnos de que debemos visitar al especialista cuanto antes, o bien, si estamos practicando una actividad, detenernos.
Así que, ya sabes, practica deporte de forma saludable: "el Deporte es un juego, en el que hay que saber perder, ganar....y parar"
Autores: Amelia Carro Hevia (Cardióloga), Fernando Carro Hevia (Licenciado Ciencias de la Actividad Física y Deporte), Jesús Carro Hevia (Fisioterapeuta)