Por el
tipo de personas con las que trato diariamente, vago en una dualidad muy clara.
Por un lado, encuentro quienes se entregan a la actividad física en forma de
ejercicio físico y deporte diario, ordenado, a veces incluso desmesurado y
esclavizante. La contrapartida la marcan aquellos que ni se cuestionan la
necesidad de incluir ciertos niveles de "movimiento corporal" en su
rutina diaria. El riesgo de estos últimos (a los primeros les dedicaré su
merecida entrada en el blog) está ligado al vínculo entre "inactividad
física" (sedentarismo) y enfermedades crónicas, en
particular, las enfermedades cardiovasculares. Ese es el motivo por
el que recomiendo y hasta prescribo actividad física.
Es la única forma de corregir este factor de riesgo cardiovascular.
Ahora bien, disponemos de herramientas para medir la presencia y gravedad de la hipertensión (tensiómetros, MAPA), colesterol (analíticas sanguíneas), diabetes (analíticas sanguíneas, glucemia capilar, reactivos de orina).....pero, ¿y de inactividad física?
Ahora bien, disponemos de herramientas para medir la presencia y gravedad de la hipertensión (tensiómetros, MAPA), colesterol (analíticas sanguíneas), diabetes (analíticas sanguíneas, glucemia capilar, reactivos de orina).....pero, ¿y de inactividad física?
Existen
algunos cuestionarios validados para valorar de forma aproximada si una persona
es activa o inactiva; yo os presento el recomendado por la Organización Médica
de la Salud (OMS) e incluido en su
"Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y
Salud". Se llama Cuestionario Internacional de Actividad
Física (IPAQ, por sus siglas en inglés)
Este
instrumento está diseñado principalmente para la vigilancia de la actividad
física que realiza la población adulta y la percepción de la salud de la misma.
El intervalo de edad al que se debe aplicar esta herramienta va desde los 15
a los 69 años (para otros grupos de edad, aplicaríamos otros
cuestionarios específicos). Dado que esto es un blog, no quiero que se
extraigan diagnósticos ni resultados que puedan llevar a malas interpretaciones
u errores. Así que no pondré criterios de valoración, y simplemente invito al
lector a considerar si, vistas las preguntas y las opciones de respuesta,
considera que su actividad física podría mejorar. Puede repetir el
cuestionario sucesivas veces en el tiempo para ver si ha mejorado su nivel de
actividad (igual que se repite una analítica).
Es un
cuestionario sencillo que debe responderse atendiendo al tiempo destinado a
estar físicamente activo en los 7 días previos. Se deben tener en
cuenta las actividades realizadas en el trabajo, así como tareas en el hogar o
en el jardín, moviéndose de un lugar a otro, o durante el tiempo libre para
la recreación, el ejercicio o el deporte.
Si crees que puedes mejorar, ¡no lo dudes, muévete por tu salud!
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