Efecto Doppler: este
término alude a un concepto físico que conozco a fondo, porque en él se basa el
funcionamiento del ecocardiógrafo con el que a diario valoro el corazón de
muchas personas. Consiste en la capacidad del ultrasonido de devolverte “ecos”
o señales a partir de la que tú envías, y así, señal a señal, puedes crear esa
mágica reconstrucción del corazón.
La relación entre personas
tiene también su “efecto Doppler”. Lo que recibes de ellas te puede servir como
espejo de lo que eres, de lo que ofreces, de lo que compartes. Debes estar
atento para escucharlo bien, no sea que lo que percibes sea ruido, que venga de
otro sitio, que no puedas entender con claridad el mensaje. Así que yo prefiero
ceñirme a las señales Doppler de las personas que aprecio, las que tienen un
alma transparente, loable, son sinceras, de naturaleza bondadosa y de
principios morales-humanos desinteresados. Esas personas, a la vez, son las
que más admiro, las que tengo de ejemplo, las que sientan un modelo a imitar y
me inspiran el deber de esforzarme cada día.
Luisa es una de las Internacionales del Club Los Gorilas de Candás, con numerosos títulos y participación olímpica. El mayor título lo lleva tatuado en su corazón |
Hoy he recibido una (otra
más) de esas señales mágicas con efecto Doppler, y me ha emocionado
sobremanera. Cuando Luisa me avisó para pasar por el Polivalente, supuse que
tenía para mí alguna carta del equipo, notificación o envío que recoger. Pero
no, lo que tenía era todo su cariño e ilusión en forma de regalo y esperando
por mí. ¡Qué sorpresa!
Con eso ya basta para saber que has acertado en el
camino, que lo que haces no es inútil, que tu esfuerzo da frutos. Puede ser que
mis lecciones-mensajes-recomendaciones sean mejor o peor aceptadas…. pero
seguro que hacen que el individuo que las recibe sienta la necesidad de “cambio”;
si he logrado que contactar conmigo no le haya dejado indiferente, ha merecido
la pena.
Luisa, gracias por
lanzarme esa señal Doppler que me hace más fuerte para seguir adelante. Me
alegra que la gente “crea en lo que hago”; pero Luisa ha dado un paso más allá,
no “cree en lo que hago”, sino que “hace lo que creo”. Estamos en la misma línea y esa sintonía es el mejor
premio, somos “un equipo” y seguiremos “jugando limpio” y haciendo nuestro
trabajo juntas y con toda deportividad.
Así que hoy ha sido ella la que ha pasado el ecógrafo de las emociones por mi corazón y ha dejado que "el efecto Doppler" las dejara emanar tal cual las siento.
De nuevo, no me quedan
palabras, Luisa, así que sólo puedo repetirte, GRACIAS.
Mi camiseta del Club y mi libro de Los Gorilas. Las "Palas Olimpicas" hacen de su portada la imagen que demuestra su gran deportividad y trayectoria |
Excelente testimonio de esas lecciones de vida que recibimos, de forma inesperada pero totalmente merecida.
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