Con la «pre-tensión» de ayudar

DATOS CLAVE: 

•La hipertensión arterial es una condición médica seria, que incrementa significativamente el riesgo de complicaciones cardiovasculares, cerebrales y renales, entre otras. 
•Se estima una prevalencia de 1,13 billones de personas con hipertensión a nivel mundial. 
•En 2015, uno de cada cuatro hombres (25%) y una de cada cinco mujeres (20%) padecían hipertensión arterial
•Menos del 20% de las personas con hipertensión arterial diagnosticada tienen su presión arterial bajo control. 
•La hipertensión arterial es una causa mayor de mortalidad precoz a nivel mundial.

•Uno de los objetivos globales para las enfermedades crónicas no transmisibles marcados por la Organización Mundial de la Salud es reducir la prevalencia de hipertensión arterial en un 25% entre 2010 y 2025. 

A pesar de ser considerada una de las enfermedades de mayor prevalencia y riesgo cardiovascular, el grado de concienciación es insuficiente, tanto en su diagnóstico, como en su control y tratamiento. 

Los datos hablan de pacientes con hipertensión diagnosticada; sin embargo, hay un elevadísimo porcentaje de personas que padecen hipertensión y no lo saben. En muchas ocasiones, estas personas ya tienen lesiones secundarias al efecto que ejerce una presión elevada en sus vasos sanguíneos y en diversos órganos, y su primera manifestación es con una complicación: ictus, arritmias, insuficiencia cardiaca, aneurisma/disección/ruptura de aorta, entre otras. 

¿Por qué no se diagnostican a tiempo?

La única forma de saber que alguien tiene hipertensión arterial es midiendo sus cifras. 

Esto no es una práctica regular, no ha calado entre la población aparentemente sana y, cuando se hace y las cifras no son normales, suele justificarse con situaciones diversas que no hacen más que diluir la importancia real del problema. 

Está de moda contar las pulsaciones, pasos y escalones subidos. También la temperatura: hasta para entrar en una tienda de ropa o en cafeterías nos termometran. Los más avanzados, se han hecho con un pulsioxímetro para saber su saturación arterial de oxígeno. Pero, ¿y la tensión arterial? ¿cuándo la has medido por última vez?

La mayoría responderán que no se acuerdan. Algunos darán unas cifras razonables, y pueden quedarse tranquilos. Pero muchos de los que respondan algunas de las siguientes frases deberían reevaluar su situación: 

• «Mi tensión está en el límite».

• «Me dicen que es de bata blanca».

• «Me viene de familia».

• «Es tensión nerviosa».

• «Sólo tengo la baja un poco alta».

¿Conoces las cifras normales de presión arterial?

Sabemos cómo debe estar la presión de los neumáticos, el nivel de aceite y el termostato. Pero algo de tal importancia para nuestra salud, como la tensión arterial, no genera interés ni preocupación. Así, es poco posible que lleguemos a controlar el problema, que ya se ha convertido en «la otra pandemia».

Es importante tomar nota de la diferencia de umbral para considerar diagnóstico de hipertensión arterial en consulta o centro sanitario (140/90) y ambulatoria (en el domicilio, farmacia, etc: 130/80). Esta diferencia de 10 mmHg es la que puede aceptarse por el estimulo emocional que puede subir la tensión al estar en un centro sanitario. Pero por encima de esas cifras, ya NO podemos acogernos a la  «hipertensión de bata blanca», por el riesgo que una tensión de esa magnitud puede conllevar para nuestra salud.

Terribles (e irreversibles) consecuencias:

La consecuencia de no haber valorado las cifras de tensión hace que muchos hipertensos sean diagnosticados tarde, cuando ya hay un daño establecido. Contamos con ejemplos dramáticos que, desafortunadamente, cada vez ocurren en gente más joven: 

• Chico de 42 años con hemiplejia por un ictus hemorrágico; le habían dicho que tenía tensión en el límite, pero no le dio importancia. Su esposa cuenta que un día, al bajar el capó del coche, cayó desplomado. 

En ese gesto de bajar el capó, se hace una maniobra de Valsalva que puede elevar las cifras de tensión. Si partimos de cifras ya altas o límites, esa presión puede hacer que se rompan pequeños vasos del cerebro, empiezan a sangrar, y se produce el ictus. En este momento, ya no hay vuelta atrás. La hemiplejia ha venido para quedarse. 

• Mujer de 48 años, dice que su tensión es nerviosa y que ya su madre la tenía. Un día comienza con palpitaciones, y cuando consulta se ve que tiene una arritmia llamada fibrilación auricular. Al valorar (con ecocardiograma) su aurícula, está dilatada (por la hipertensión). Ahora, ya no sólo tendrá que cuidarse la tensión (con pastillas, sí), sino aprender a vivir con fibrilación auricular y el «peregrinaje» de procedimientos y tratamientos que esta arritmia pueda necesitar (cardioversión, ablación, fármacos antiarrítmicos, anticoagulación…). 

• Varón de 50 años que es remitido porque en un preoperatorio le ven «la aorta dilatada». Al estudiarle, confirmamos que es un hipertenso y que la presión arterial, como si fuera la presión de aire al inflar un globo, ha ido dilatando su aorta hasta provocarle un aneurisma de aorta. Parece ser que en los reconocimientos de empresa siempre le daba alto. Le hablaron de posible «tensión de bata blanca», y con eso se quedó conforme. Es cierto que la tensión se le disparaba en circunstacias que asociaban un desencadenante emocional. Pero eso puede pasar con la bata blanca, o bien con una final de Roland Garros, con la llamada de teléfono del jefe o con una discusión familiar. Da igual el motivo, si la tensión sube por encima de lo normal, hay que poner un remedio que evite estas consecuencias. 

MEDIR LA TENSIÓN ES URGENTE

Para evitar que sigan ocurriendo casos como los anteriores, necesitamos concienciar sobre la importancia de valorar las cifras de tensión para descartar una hipertensión arterial. 

Es posible diagnosticarla a tiempo, basta con hacer una medición cada cierto tiempo. 

En especialidades como la mía (Cardiología), solemos ver las consecuencias, cuando ya no hay reversibilidad del proceso. 

¿Nos ayudas a difundir este mensaje?

Si hacemos que la población se mida las cifras, podremos ayudar a todos esos «hipertensos ocultos» antes de que sea demasiado tarde. 

NUESTRA PRE-TENSIÓN ES AYUDARTE A TIEMPO.

MIDE TUS CIFRAS.

• Mide tus cifras y conoce los valores normales/anormales.
• Conciencia a tus círculos de personas para que midan sus cifras.
• Si tienes un negocio (desde una farmacia hasta una librería), igual que mides la temperatura, plantéate ofrecer una medición de la tensión arterial (clientes, empleados, etc). 
• Si tus cifras NO son normales, acude a un profesional que pueda ayudarte.

ESTE «VIRUS» LO PARAMOS UNIDOS

En esta entrada no hemos abordado las causas de hipertensión (sedentarismo, alimentación, sobrepeso, tabaco...) porque excede de la intención de concienciar sobre un diagnóstico a tiempo. 

Pero si tienes cualquier duda acerca de este problema, no dudes en consultarnos: 

corvilud@gmail.com

984 10 57 57

673 81 55 56