«III Simposio Muerte Súbita "Antonio López Farré"»

Antonio López Farré fue un catedrático de Medicina que se dedicó a la genética en diversos campos, desde la obesidad y patogenia de la aterosclerosis hasta las variantes que predisponen a muerte súbita y síncope de esfuerzo en deportistas jóvenes. A pesar de su temprano fallecimiento, su legado se perpetúa gracias a  eventos como el «Simposio Muerte Súbita "Antonio López Farré"» que el pasado 22 de febrero celebró su tercera edición.

    El evento contó con tres mesas redondas dirigidas a escolares. En esta publicación quiero destacar a mi apreciada Elena Isla Paredes, coordinadora del área médica de la Federación Española de Baloncesto, además de integrante de los Servicios Médicos Real Federación de Fútbol de Madrid y Selección Nacional Española de Fútbol Sala, entre otros. 

    En su exposición sobre los reconocimientos médicos preparticipación en el atleta joven (antes de los 35 años) expresó la importancia de una valoración médica completa acompañada de un electrocardiograma. 

Es frecuente pensar que existe una prueba mágica 

capaz de detectar el riesgo de muerte súbita. 

NO ES ASÍ. 

    El cuerpo humano tiene un funcionamiento tan completo como complejo. Para evaluarlo es necesario conocer la historia personal, evolución deportiva, enfermedades previas, intervenciones, etc. Eso se coloca en el contexto de su patrón de ejercicio, entrenamiento y objetivos y se acompaña de una exploración física. Es IMPRESCINCIBLE auscultar al deportista, evaluar la coloración de la piel, las conjuntivas, estigmas sindrómicos y cifras de tensión arterial, entre otros. 

    Una vez realizados estos dos escalones (1-HISTORIA CLÍNICA, 2-EXPLORACIÓN FÍSICA), se indaga acerca de otras posibles alteraciones eléctricas o estructurales del corazón. Como NO existe una prueba de oro para ello, se utiliza la que mayor rentabilidad aporta:  el electrocardiograma. 

MENSAJES CLAVE: 

1- Ninguna prueba es capaz de detectar todas las enfermedades posibles. 

2- Ninguna prueba tiene una sensibilidad y especifidad 100%. 

3- La solicitud de una prueba debe ir dirigida a una sospecha diagnóstica (ejemplo, si sopechas COVID, puedes pedir un test de antígenos; pero no pedirás un test de embarazo a un varón de 55 años. Y una prueba de esfuerzo en un deportista con anemia puede mostrar una taquicardia sinusal con corazón sano). 

4- Todo resultado de una prueba debe ser interpretado en el contexto personalizado de la historia clínica y exploración física. 

Gracias por aclarar conceptos, Elena. Y ojalá que toda la población en edad infantil y adolescente: 

a) Practicara actividad física de forma regular. 

b) Tuviera acceso a un reconocimiento básico con electrocardiograma.

Eso reduciría tanto muertes súbitas asociadas al deporte, como muertes por enfermedad crónica (cardiovascular, cáncer, etc). 

Os dejo aquí un detalle de su charla: https://www.youtube.com/shorts/ztK6pxLRJbQ