¿Qué está pasando
con nuestros pequeños?
Salgo a la calle y
echo de menos tropezarme con niños en
bicicleta, en los suelos de las plazas ya no se pintan cascayos ni rayuelas y no hay esquina o banco que sirva de escondrijo
porque el juego del escondite parece
haber muerto. La práctica de ejercicio diario es un hábito cardiosaludable e
indispensable para mantenernos sanos, y esto aplica con especial interés a los
más pequeños de la casa.
Caminar, correr,
montar bicicleta, hay muchas opciones para hacer que nuestros hijos se ejerciten día a día. El ejercicio,
junto a una alimentación equilibrada,
previene enfermedades derivadas del sedentarismo y los malos hábitos nutricionales,
como la obesidad, un problema que va
en aumento entre los más pequeños.
Un estudio publicado
en Sports Medicine sostiene que los niños actuales son un 15% menos aptos para el ejercicio que sus progenitores. Para llegar
a esta conclusión, los investigadores de la Escuela de Ciencias de la Salud de
la Universidad del Sur de Australia revisaron la literatura previa (50 referencias)
sobre el ejercicio físico realizado por más de 25 millones de niños y adolescentes
(9-17 años) de 28 países entre 1964 y 2010. Se determinó la resistencia cardiovascular por distancia (metros recorridos en un
tiempo determinado) y velocidad (tiempo
en recorres una distancia concreta). Las pruebas normalmente duraban de 5 a 15
minutos o cubrieron de 1,6 a 2 kilómetros.
El estudio es el
primero en demostrar que la salud
cardiovascular de los niños ha disminuido en todo el mundo desde el año 1975.
Los autores destacan lo siguiente:
- La resistencia cardiovascular de los niños disminuyó un 6% por década entre 1970 y 2000 (Estados Unidos)
- En otros países, esta resistencia ha disminuido aproximadamente un 5% por década.
- La aptitud cardiovascular de los niños–adolescentes actuales es en torno a un 15% menor que la de sus progenitores cuando eran igual de jóvenes.
- En una carrera de 1,6 kilómetros, los niños de hoy son alrededor de un minuto y medio más lentos que los niños de hace 30 años (menos veloces)
La consecuencia de
esta pérdida progresiva de forma física es que la juventud actual será más
propensa a desarrollar patologías cardiovasculares
a largo plazo (enfermedad coronaria -angina,
infarto-, cerebrovascular –ictus-,
arterial periférica –claudicación, aneurisma-,
ect).
La disminución en
el rendimiento de la resistencia cardiovascular podría estar causada por diversos factores: sociales,
conductuales, físicos, psicológicos y fisiológicos. Un aspecto destacable es el
notable aumento de peso observado en la población infantil en los últimos años.
Para combatir un problema que va en aumento, los niños deben realizar por lo menos 60 minutos de actividad diaria en la que utilicen los músculos grandes del cuerpo, como correr, nadar o andar en bicicleta. Se debe insistir e inculcar a los niños y jóvenes a que desarrollen hábitos de salud que los mantendrán sanos ahora y en el futuro.
Desde el Instituto Corvilud damos especial importancia a que los estilos de vida saludables se implementen desde edades tempranas y con intervención de cualquier implicado en el entorno socio-familiar del niño (familia, amigos, escuelas, participación de actividades en clubes o patronatos deportivos). Esto favorece evitar desviaciones de hacia hábitos menos saludables, incluso desarrollo de conductas de riesgo.
Ya lo sabes, para
conseguir que los más pequeños se mantengan en buen estado de salud hoy y en el
futuro, alimentación equilibrada y ejercicio físico a diario.
¿No es la mejor herencia que les podemos dejar?
¿No es la mejor herencia que les podemos dejar?
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