Conservación de los recuerdos
Los famas, para conservar sus recuerdos, proceden a embalsamarlos de la siguiente forma: luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza con una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o «Frank Sinatra».
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellosandan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones». Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.
Con capítulos como este, el libro «Historias de cronopios y de famas» nos introduce una serie de personajes que identifica como «cronopios», «famas» y «esperanzas». No es un libro de fantasía. Julio Cortázar no necesitó inventarse hadas, duendes, gnomos o brujas. Sólo fue describiendo características peculiares de lo que interpretaba en su cabeza. Así, fueron cobrando vida, cada vez con más nitidez. tres arquetipos que llegan a descifrar la cotidianidad de la sociedad con tal veracidad y realismo que puede llegar a parecer absurdo.
Sin juicios ni conclusiones. Basta su redacción ingeniosa, sarcástica, concisa y cercana para entrenar al lector en el mismo ejercicio que el autor. Pasará de imaginarse a los cronopios como seres abstractos a descifrar en cada persona de su entorno los aspectós más cronópicos, fámicos o esperáncicos. Porque no hay personas que reflejen sólo uno de ellos. Quizá, incluso, podamos evolucionar como individuos de uno a otro. El libro comienza con un «manual de instrucciones» en el que nos enseña a dar cuerda a un reloj o subir una escalera. Aspectos que destacan por su sencillez y humildad y que, a medida que se pasan páginas y bloques del libro, se traduce en una progresiva aceptación de la condición humana en lo individual y en lo colectivo. Un mensaje de unión y fraternidad que hace que salgamos de nuestro mundo de fantasía para vivir la auténtica realidad.
Y tú, ¿eres cronopio, fama o esperanza?
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