La premisa del Instituto Corvilud es personalizar la educación en cada situación de salud o enfermedad. El objetivo: "el BIEN-ESTAR". Más que hablar de "pacientes", preferimos referirnos a "alumnos" que aprenden a conocerse mejor y gestionar su vida. Mejor que curar, es enseñar a no enfermar. Y si esto último acontece, disponemos de herramientas a medida para acompañarte a VIVIR tu proceso. Ulizamos Imágenes Freepik (Freepik.es)
martes, 24 de agosto de 2021
¿Dónde están los límites?
miércoles, 28 de julio de 2021
Entrena tu biología: «El gen deportivo», lecciones para la vida.
La divulgación en torno a temas deportivos se ha popularizado en las últimas décadas y cada vez son más personas las que integran algún tipo de actividad física en sus formas de ocio y tiempo libre para ejercitarse y obtener beneficios en salud. Sin embargo, no siempre se interpretan los conocimientos difundidos de una forma adecuada y adaptada a cada situación individual.
Por otro lado, hay muchas esferas de la vida en las que evitamos el esfuerzo o interés que supondría cualquier oportunidad de mejora convencidos erróneamente de que «por genética», es algo que no está a nuestro alcance. Ojalá este artículo derribe esas «barreras genéticas» y las sustituya por potencial de mejora. No pretende hacer una difusión de nuevos conocimientos, sino una lectura interpretativa, esperanzadora y motivacional que, a partir de enseñanzas generadas por estudios científicos en torno al mundo del deporte, sean aplicables al día a día de forma universal.
David Epstein publicó en 2013 el libro «El gen deportivo: un atleta excelente, ¿nace o se hace?», (Traducción de Martín Rodríguez-Courel Ginzo. Editorial Indicios, 2014), en el que conduce al lector a través de casos reales y con respaldo de investigaciones sobre las condiciones (innatas o adquiridas) que diferencian a los deportistas normales de los extraordinarios. Resulta de gran interés sacar una serie de aprendizajes a partir de sus textos, llenos de ejemplos reales y con buenas referencias contemporáneas a las investigaciones del momento:
a) Versatilidad. La evaluación del rendimiento deportivo comprende un amplio espectro de destrezas y habilidades. Se ha instaurado una tendencia de medir quién es más fuerte, más rápido o llega más alto. Sin embargo, hay destrezas de tipo técnico, más centradas en respuestas cerebrales que musculares, que pueden aportar mejoras en los resultados deportivos: conoce tus destrezas y apóyate en ellas para vencer tus debilidades.
b) Teoría de las 10 000 horas. Aunque discutida, pone en relevancia la importancia del entrenamiento. La práctica es una de las constantes necesarias en la ecuación del rendimiento. Es cierto que puede haber un atleta que, a mismo nivel de entrenamiento, obtenga mejores resultados (ventaja genética, utilización de destrezas, etc.). Pero ningún campeón llega a serlo sin entrenamiento: en la vida, practica, practica, practica, practica si quieres mejorar tus objetivos.
c) ¿La genética es importante? Por supuesto que hay personas con ventajas innatas. Pero no podemos dejar de considerar el papel de la «epigenética». Que Jamaica sea una fábrica de velocistas no es exclusivamente por cuestiones de ADN. El sistema de entrenamiento (destrezas + horas de práctica), unido al patrón de alimentación, meteorología, descanso y hasta patrón microbiológico (que condiciona el desarrollo de la inmunidad) contribuyen a el éxito. Todos estos aspectos son capaces de generar cambios en el ADN del individuo y conseguir las llamadas «modificaciones epigenéticas» hacen que las nuevas células (musculares, cutáneas, óseas, vasculares, etc.) tengan mejores condiciones para esa disciplina.
Pero la investigación en el campo de la epigenética no se queda en los hallazgos reportados por Epstein. En 2020, José Luis Trejo y Coral Sanfeliu publican «Cerebro y ejercicio» (Editorial CSIC), con una excelente recopilación de beneficios del ejercicio sobre todo el organismo, además de sobre el cerebro. Describen incluso el papel de la intensidad y teoría de hormesis, según la que, por encima de cierto volumen de ejercicio, el efecto favorable sobre el desarrollo cerebral y conexiones sinápticas se vuelve deletérea y pone en marcha mecanismos contrarios, con muerte neuronal (neurotoxicidad inducida por estrés), caída de rendimiento, inmunodepresión, inflamación patológica y aumento de riesgo de lesiones, entre otras.
Un hallazgo muy relevante es el del papel de los microARN. Son secuencias diminutas de ARN (no de ADN) que se generan de forma continua en nuestro organismo y que constituyen los mediadores epigenéticos asociados a la dieta, medioambiente, estrés o ejercicio. Es decir, estos microARN son los que explican las modificaciones epigenéticas que nos había introducido Epstein. En general, estos condicionantes contribuyen a velocidad de respuesta neuronal, metabólico, reflejos, etc. Potencian las destrezas y llegan a modificar la composición del individuo.
Y lo más interesante, esos microARN se transmiten a la descendencia, de forma que padres que eran físicamente activos favorecen la actividad física en sus hijos, incluso cuando estos nazcan con unos cromosomas de sedentarismo (forma sencilla que tengo de explicarlo). Este razonamiento permite comprender que, por ejemplo, los jugadores de baloncesto sean cada vez más altos y, por otro lado, las gimnastas, tengan una estructural corporal de menor tamaño pero distribución muscular muy específica.
Con todo ello, me gustaría animaros a desterrar de vuestras limitaciones el concepto de «carga hereditaria» para considerarlo algo mucho más amplio, favorable, que os une con vuestros antepasados pero también, en parte, con quienes os rodean («linaje», que viene de «linum» o hilo). Más que hablar de predisposición genética, hablaremos de ventaja biológica.
Si os ejercitáis, seréis capaces de modificar vuestra propia biología.
¿Entrenamos un poco?
No quiero cerrar el artículo sin mencionar el siguiente escalón de esta ventaja, del que da buena cuenta José Manuel López Nicolás en «La ciencia de los campeones» (Editorial Planeta, 2021). En él nos introduce la ventaja tecnológica y otros secretos tan interesantes que merecen una reseña aparte.
domingo, 25 de julio de 2021
La llama olímpica: una luz para la humanidad.
Me gustaría hacer una pequeña reflexión (o re-extensión, re-giro, re-torsión) a partir de la llama que simboliza el espíritu olímpico. Una «llamada» a la autoobservación. A sincerarnos con nosotros mismos y considerar si vivimos con una esencia de humanidad, que es la que inspira y prende mecha a la antorcha de la vida, de un mundo sano y armonioso. Crecí en una villa olímpica (Candás) con olímpicos y no olímpicos, pero todos modelos que han sellado en mí y para siempre valores universales.
La autenticidad y el equilibrio surgen en quien:
- Juega por honor, no por rivalidad.
- Defiende su persona, equipo o bandera sin menospreciar la ajena.
- Entiende las reglas del juego, desde la deportividad, no desde la venganza.
- Asume en armonía victoria y derrota.
- Cumple las normas, con y por respeto.
- Acepta los cambios y contratiempos buscando soluciones y no culpables.
- Entiende el lenguaje de la incertidumbre.
- Admira a quien le supera sin envidiarle. Busca su ejemplo.
¿Y tú? ¿Eres llama olímpica o incendias tu vida? Es la diferencia entre obtener luz o cenizas.
«Espíritu olímpico.
Conquista mi mirada.
Humanidad unida
caida y levantada.
Querida, ¡qué herida!
quedó tu alma.
Entregada siempre
con el mundo,
con la causa.
Sumergida en el himno
en las cinco alianzas.
Con o sin medalla,
batalla
ganada.
Olímpica,
la llama
que no se apaga».
Tenemos las herramientas y tenemos el talento. Es posible salvar y sanar al mundo. Que el espíritu deportivo sea nuestra mejor vacuna. Habremos subido al podio.
Competición de Gimnasia Rítmica en París 2024: estamos a 180 ejercicios de las próximas campeonas olímpicas
En pocas horas darán comienzo las pruebas de gimnasia rítmica de los juegos olímpicos de París 2024. Es bueno conocer la dinámica de partic...

-
Desde Instituto Corvilud seguimos mejorando nuestros servicios a medida que crece la demanda y reevaluamos vuestras necesidades. En nu...
-
Para tener éxito en el deporte, la aptitud (cualidades físicas) no es suficiente. Es necesaria una actitud adecuada. La honestidad, la di...
-
Seguimos trabajando para ofrecer la mejor atención. Atendemos las necesidades a lo largo del trayecto de una enfermedad (fase aguda, cronici...