¿Qué es tener colesterol alto? ¿Todo el mundo tiene que tener los mismos parámetros?
El colesterol es una de las grasas que nuestro organismo utiliza para el adecuado funcionamiento de órganos y tejidos. La mayor parte del colesterol procede de los alimentos: se absorbe por la sangre a nivel del tubo digestivo y utiliza los vasos sanguíneos como «autopista»/sistema de circulación para alcanzar cada uno de los lugares donde ejerce su papel.
Cuando el nivel de colesterol que circula por los vasos sanguíneos supera al necesario para satisfacer la demanda de los tejidos, se produce un «atasco» en esa autopista: se eleva de tal manera que se enlentece el tránsito de la sangre y las partículas de colesterol que sobran (porque los tejidos no las necesitan) quedan depositadas («contaminando») los vasos. Esta contaminación vascular de colesterol conlleva procesos inflamatorios que debilitan y dañan el vaso. Por este motivo, los niveles elevados de colesterol constituyen uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes.
Las guías de práctica clínica establecen unos objetivos diferentes de colesterol según el riesgo cardiovascular de la persona. Esto tiene dos connotaciones importantes:
a) Cada persona tiene un riesgo cardiovascular diferente: debe ser evaluado de forma individual e integra diferentes aspectos que pueden sumar daño sobre el sistema cardiovascular: edad, sexo, condicionantes genéticos, influencias hormonales (alteraciones relacionadas con embarazo, menopausia, tratamiento hormonal sustitutivo, uso de anticonceptivos), tabaco/tóxicos, prediabetes/diabetes, hipertensión arterial, sedentarismo, sobrepeso/obesidad, variables de personalidad, enfermedades mentales, determinados riesgos laborales, polución ambiental, nutrición, estrés, enfermedades autoinmunes, cáncer, algunos tratamientos, etc.
b) Cuanto mayor es el riesgo cardiovascular estimado, se sabe que hay más daño en los vasos sanguíneos, por lo que son más vulnerables a sufrir complicaciones y el umbral objetivo de colesterol es más bajo. Por ejemplo, un varón de 70 años con hipertensión y diabetes debe de tener unos niveles de colesterol más bajos que una mujer de 35 sin factores de riesgo conocidos.
c) El parámetro para valorar el riesgo cardiovascular atribuido al colesterol NO es el colesterol total, sino el llamado LDL colesterol (unido a proteínas de baja densidad), que popularmente se conoce como «colesterol malo». Además del colesterol LDL, su médico tendrá en cuenta otras determinaciones que mejoran la predicción de riesgo (colesterol no-HDL, Apolipoproteína B, Lipoproteína a, entre otros).
¿Existen síntomas causados por una subida de colesterol?
La presencia de niveles de colesterol elevados no manifiesta síntomas («no duele»), pero al depositarse de forma progresiva en los vasos sanguíneos y generar inflamación y daño de los mismos, estos terminan por desarrollar complicaciones derivadas de la «falta de riego»: la sangre no llega a los órganos porque las tuberías están atascadas de colesterol y otros desechos.
En algunas personas (especialmente aquellas con hipercolesterolemia familiar), además de depositarse en los vasos sanguíneos, pueden ser evidentes acúmulos de colesterol en otras partes visibles. Son «signos clínicos» (no síntomas) denominados: xantomas/xantelasmas (acúmulos palpebrales), engrosamiento en tendones, hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado, que se vuelve un «hígado graso», entre otros).
¿Qué efectos negativos tiene?
La consecuencias de tener cifras elevadas de colesterol resulta del desarrollo de lesión en los órganos a los que no llega adecuadamente el flujo de sangre. Se manifiesta de forma aguda o crónica en diversos territorios, entre otros:
- En el corazón: angina de pecho, infarto de miocardio, muerte súbita (parada cardiaca) insuficiencia cardiaca, arritmias.
- En el cerebro: ictus, demencia, Parkinson. A veces, trastornos del equilibrio, vértigo, alteraciones visuales o auditivas.
- En el riñón: enfermedad renal crónica (puede llegar a necesitar diálisis y trasplante).
- En los vasos sanguíneos de extremidades: enfermedad vascular periférica, claudicación intermitente (el grado más severo es la amputación).
En este VÍDEO se muestra un ejemplo de cómo niveles elevados de colesterol
llegan a producir un infarto de miocardio
¿Es posible tratar el colesterol elevado?
Más que tratarse, la hiperolesterolemia se previene.
Es recomendable un patrón de alimentación equilibrado que combine alimentos frescos y de temporada de todos los grupos. Se debe evitar abuso de alimentos ultraprocesados, por su elevado contenido en grasas trans. Estas grasas son las más aterogénicas.
Idealmente, la alimentación debe de ir acompañada de un correcto patrón de ejercicio, descanso regular y adecuado, pensamiento positivo, abstención de tabaco u otras drogas y tratar de evitar ambientes con elevados niveles de polución.
En casos de que el colesterol supere los umbrales establecidos para cada nivel de riesgo (tabla) es necesario iniciar tratamiento farmacológico con medicación que reduzca los niveles de colesterol. De inicio, puede ser una única pastilla (generalmente se indica una estatina - atorvastatina, rosuvastatina, pitavastatina, pravastatina, simvastatina- por su perfil de potencia y eficacia). Los compuestos a base de monacolina K/levadura de arroz rojo tienen el mismo mecanismo de acción que las estatinas, por lo que se debe tener la precaución de no combinarlos. No es infrecuente prescribir combinación de fármacos, bien para aumentar la potencia o para minimizar efectos secundarios. Hay diversos fármacos no estatínocos que se podrían considerar (siempre bajo supervisión médica):
- derivados de la monnakolina K/ levadura de arroz rojo
- estatinas
- ezetimibe
- inhibidores de PCSK9: alirocumab, evolucumab
- ácido nicotínico
- fibratos
- secuestradores de ácidos biliares
- inclisiran
- ácidos grasos omega 3
- ácido bempedoico
- mipomersen (aún en fase de estudio)
¿Qué alimentos son los más recomendados cuando se tiene el colesterol alto? ¿Y los que se deben evitar a toda costa?
Es muy recomendable incluir legumbres y fibra, no sólo porque tienen bajo contenido en colesterol, sino porque evitan su absorción a nivel intestinal. Además, se dará preferencia a carnes blancas sobre carnes rojas.
Evitar, en la medida de lo posible, productos ultraprocesados (tienen contenido adicional en azúcares, grasas trans, sal y aditivos): pan de molde, galletas, bollería, barritas de cereales, salsas industriales, embutidos, natas, margarinas….(en este artículo presento una tabla que puede ser de utilidad). Es muy importante advertir que, muchos productos comercializados bajo etiquetas de «saludables» tienen una composición de elevado procesamiento industrial y con efectos potencialmente deletéreos para la salud, incluidos niveles elevados de grasas. Desconfiar de cualquier producto que tiene un exceso de «titulares» sobre beneficios: sin gluten, sin lactosa, bajo en, light, zero, sin aditivos, sin añadidos, veggie, sanísimo, etc.
¿En qué grados son más efectivas para el colesterol alto que el ejercicio y otros factores?
El ejercicio físico es el «armonizador» por excelencia del organismo. Pone en marcha y equilibra todos los sistemas metabólicos y favorece la homeostasis. Puede acelerar la velocidad de consumo de algunos sustratos, entre ellos, las grasas, que se almacenan en órganos de reserva (hígado y músculo). Pero si la ingesta predominante de grasa es del tipo trans, el ejercicio no puede evitar su acúmulo vascular. En el primer caso, es una acumulación fisiológica (almacén de reserva). En el segundo, es patológica y el daño vascular progresa.
La abstención tabáquica evita daño adicional sobre los vasos, pero no previene ni revierte el ejercido por el colesterol.
¿Nos ponemos en marcha?
Que el colesterol no bloquee tus arterias... ni tu vida.